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Durante mucho tiempo, la estructura energética de China ha estado dominada por el carbón. Esta excesiva dependencia de la energía tradicional ha restringido en cierta medida el proceso de modernización del sistema energético. Con el énfasis global en la energía limpia y el avance continuo de la tecnología, China debe acelerar el ritmo de la transformación energética, desarrollar y utilizar activamente nueva energía y optimizar la estructura de consumo de energía.

En este proceso de transformación, el transporte y la distribución de energía son cruciales. Aunque el transporte aéreo y el transporte de mercancías no se mencionan directamente, la optimización y mejora de los modos de transporte tradicionales, como el ferrocarril, las carreteras y el transporte marítimo, han proporcionado garantías para el flujo eficiente de energía. Al mismo tiempo, los modos de transporte emergentes, como el transporte por tuberías y la transmisión de energía de voltaje ultra alto, también están cambiando constantemente el patrón de distribución de energía.

Desde una perspectiva global, la competencia y la cooperación entre países en el campo energético son cada vez más feroces. Cuestiones como la seguridad del suministro energético, las fluctuaciones de precios y el impacto ambiental se han convertido en el foco de la arena política y económica internacional. Como importante consumidor de energía en el mundo, China necesita desempeñar un papel más activo en la gobernanza energética global, fortalecer la cooperación energética con otros países y responder conjuntamente a los desafíos energéticos.

En nuestro país, el desarrollo de la industria energética también ha impuesto mayores requisitos para las políticas y regulaciones pertinentes. El gobierno necesita formular políticas energéticas científicas y razonables, guiar a las empresas energéticas para que aumenten la inversión en investigación y desarrollo, mejorar la eficiencia en la utilización de la energía y promover la innovación en tecnología energética. Al mismo tiempo, es necesario fortalecer la supervisión del mercado energético para garantizar una competencia leal y un funcionamiento estable del mercado energético.

Además, la conciencia energética del público también juega un papel importante en la transformación energética. Al fortalecer la educación energética, popularizar el conocimiento sobre el ahorro de energía y aumentar la atención y la participación del público en cuestiones energéticas, crearemos una buena atmósfera para que toda la sociedad promueva conjuntamente el cambio energético.

En resumen, ante los grandes cambios en la energía global, China necesita urgentemente deshacerse de sus conceptos obsoletos y atrasados ​​de seguridad energética, centrarse en las necesidades reales del sistema energético y la tendencia de desarrollo del sistema energético mundial, y lograr un desarrollo sostenible. y seguridad de la energía. Se trata de una tarea ardua y de largo plazo que requiere esfuerzos conjuntos del gobierno, las empresas y todos los sectores de la sociedad, innovación colaborativa y esfuerzos incansables para construir un sistema energético limpio, bajo en carbono, seguro y eficiente.