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Desde la perspectiva de los conceptos de consumo, muchas veces perseguimos ciegamente la moda y la comodidad, pero ignoramos las necesidades reales de uso. Al igual que una bañera, cuando la compras imaginas un momento de baño romántico, pero acaba quedando sin uso debido a su uso poco frecuente.

Esto también nos recuerda el consumo transfronterizo. Hoy en día, es cada vez más común que los productos extranjeros lleguen a los hogares nacionales mediante entrega urgente. Sin embargo, algunos consumidores carecen de una comprensión clara de sus propias necesidades cuando buscan productos en el extranjero, lo que hace que algunos artículos queden inactivos después de recibirlos. Por ejemplo, algunos artículos domésticos extranjeros novedosos finalmente se dejaron de lado porque no se ajustaban a los hábitos de vida ni a las condiciones de espacio del país.

Además, no se puede ignorar la siguiente psicología del consumo. Cuando ves que alguien posee un determinado producto extranjero, sigues ciegamente la tendencia y lo compras sin considerar si realmente es adecuado para ti. Esto no sólo provoca un desperdicio de recursos, sino que también aumenta la carga económica.

Por lo tanto, ya sea consumo interno o compras transfronterizas, debemos pensar racionalmente y tomar decisiones basadas en las necesidades reales. Al elegir productos, considere plenamente su frecuencia de uso, practicidad y compatibilidad con su propia vida para evitar desperdicios innecesarios. Sólo así podremos hacer que cada compra valga la pena y mejorar verdaderamente la calidad de vida.