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Cuando muchas familias compran estos artículos, a menudo se dejan influenciar por diversas actividades publicitarias y de promoción y realizan pedidos impulsivos. Por ejemplo, cuando ves en un anuncio una bañera cálida y confortable, te imaginas disfrutando de un baño relajante en casa, pero la frecuencia real de uso es bajísima. Lo mismo ocurre con los sofás En busca de la belleza y la comodidad, se compran modelos demasiado grandes o poco prácticos que acaban ocupando mucho espacio.

La aparición de este fenómeno de consumo está estrechamente relacionada con el rápido desarrollo del comercio electrónico. Las plataformas de comercio electrónico proporcionan canales de compra convenientes, que permiten a los consumidores explorar fácilmente muchos productos, pero al mismo tiempo, también pueden conducir fácilmente a un consumo ciego. Cuando las personas compran en línea, a menudo solo ven las ventajas y las bellas imágenes de los productos, ignorando sus necesidades reales y las limitaciones del espacio en el hogar.

Además, algunos consumidores tienen una mentalidad de "acaparamiento". En las actividades de promoción de las plataformas de comercio electrónico, para disfrutar de precios preferenciales, se compran grandes cantidades de bienes temporalmente innecesarios, incluidos algunos artículos que pueden quedar inactivos. Por ejemplo, es posible comprar lavavajillas, proyectores, etc. en casa simplemente debido a fuertes promociones, pero la demanda real de uso no es urgente.

Para cambiar esta situación, los consumidores necesitan establecer un concepto de consumo más racional. Antes de comprar un artículo, considere plenamente sus necesidades reales, el espacio de su hogar y la frecuencia con la que se utilizará el artículo. Al mismo tiempo, también debemos aprender a resistir la tentación de diversas actividades promocionales y no seguir ciegamente la tendencia de compra.

Los comerciantes y las plataformas de comercio electrónico también deberían asumir ciertas responsabilidades sociales. Al promocionar productos, es necesario proporcionar información veraz y completa y evitar exagerar demasiado las ventajas y funciones del producto y engañar a los consumidores. Además, las plataformas de comercio electrónico pueden utilizar análisis de big data y otros medios técnicos para brindar a los consumidores recomendaciones más personalizadas y reducir el consumo innecesario.

En resumen, la aparición de los "cinco grandes fenómenos de ociosidad" en los hogares chinos nos ha hecho sonar la alarma. Necesitamos reflexionar seriamente sobre nuestro comportamiento de consumo, establecer un concepto de consumo correcto y hacer que cada consumo sea más racional y valioso.